Las consecuencias de la muerte de una familiar son siempre angustiosas, sin embargo, para aquellos que viven y trabajan en un país extranjero, esta situación suele ser todavía más estresante por su complejidad administrativa.
Las leyes de sucesiones difieren de un país a otro, también dentro de Europa, y sin una planificación cuidadosa y previa, los expatriados que tienen pensiones, propiedades y activos en más de un país pueden pagar impuestos más elevados sin darse cuenta, o quedar atrapados en tramas burocráticas en múltiples jurisdicciones fiscales.
Un ejemplo seria la libertad testamentaria, o la habilidad de ceder todo tu patrimonio a quien desees, incluyendo a tu cónyuge. Muchos países europeos no permiten libertades testamentarias plenas, sin embargo, los cambios recientes en la legislación ofrecen mucha más flexibilidad a los extranjeros en la elección de la legislación fiscal que se aplicaría en caso de fallecimiento.
Por lo tanto, aunque a veces se piense que la planificación patrimonial solo es relevante para los muy ricos, en la práctica es relevante para cualquier persona que tenga una familia y/o que esté preocupada por lo que les sucedería en el caso de su fallecimiento. Una planificación patrimonial adecuada garantiza que tus activos se traspasan con la fiscalidad más eficiente y se distribuyen de acuerdo con tus deseos, por lo que la planificación debe llevarse a cabo a lo largo de toda la vida y debe revisarse periódicamente.
Las medidas más habituales pueden incluir;
- Redactar un testamento
- Nombrar a los albaceas de sus bienes y tutores para los hijos
- Establecer un seguro de vida
- Crear una fiducia
Lo que está claro es que las consecuencias de la inacción pueden ser significativas y a menudo costosas, por lo que es esencial realizar una planificación adecuada. Para una evaluación precisa de tu situación, ponte en contacto con nosotros.